Cuatro años más, lo mejor está por venir

Enviados especiales desde EE.UU. - En tres palabras, twitteo el presidente norteamericano, la síntesis del proceso electoral que lo reeligió para estar otros cuatro años como presidente de la nación. Y, renovó el compromiso con todos los estadounidenses, y puso los temas importantes

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Fuente: Manuel Testi / UNO Santa Fe.

Juan Trento
Guillermo Acrich

Enviados a las elecciones de Estados Unidoslectores@unosantafe.com.ar

"Cuatro años más". Ese fue el tweet que escribió el presidente norteamericano Barak Obama pasada la una de la mañana, hora de Estados Unidos, haciendo la referencia más lacónica para expresar el triunfo sobre el candidato republicano, y entrando en la historia no ya como el primer presidente norteamericano negro, sino ahora reelecto.

El presidente dio un mensaje en Chicago, Illinois, la ciudad que lo vio nacer políticamente y adonde sus seguidores se concentraron por miles para escucharlo. Usó un tono apropiado para la ocasión, conciliador y haciendo gala una vez más, de la buena oratoria que lo caracteriza.

Para comprender el significado del mensaje político aprovechó un giro inclusivo: "Lo mejor está por venir. Creo que podemos mantener la promesa que fundó este país: no importa de donde vienes, si eres negro o blanco, o hispano, homosexual o no, si trabajas duro puedes conseguir tu sueño".

"Somos más grandes que la suma de nuestras ambiciones individuales", manifestó también Barack Obama y añadió: "Nunca me he sentido más inspirado con nuestro futuro y esta noche les pido que mantengan la esperanza conmigo". Acto seguido, del techo del centro de convenciones cayó una lluvia de papel picado tricolor, azul, blanco y rojo.

En otro tramo de su discurso, no sólo agradeció este nuevo voto de confianza de los norteamericanos, sino que además hizo hincapié en un dato que fue la columna vertebral de sus cuatro años de gobierno, admitiendo que la crisis de la burbuja financiera que se inicio hacia fines de 2008 es la peor de la historia del país después de la de 1930, y sus palabras fueron categóricas: "Esta noche, en esta elección, ustedes, el pueblo estadounidense, recordarán que aunque el camino ha sido arduo nos hemos vuelto a levantar". Por último, Obama agradeció el voto de confianza de los estadounidenses, que aún sufren en medio de una débil recuperación de la peor crisis económica desde la década de 1930, con la cifra de desempleo en 7,9 por ciento.

El día después
Apenas una anécdota. A eso quedó reducida la elección presidencial de los Estados Unidos el día después en Nueva York. La ciudad tiene pulso propio que sólo se ve socavada por eventos como el huracán Sandy, la semana pasada. En su mayoría los latinos hoy están contentos y no lo ocultan, dicen que el triunfo de Barack Obama es mejor para la comunidad porque los republicanos sólo creen en el mercado, el mismo que llevó a este país a soportar una de las peores crisis económicas de la mano de George W. Bush.

Algunos datos curiosos que dejaron los comicios norteamericanos. En Time Square, por ejemplo, sólo unas dos mil personas desafiaron las temperaturas bajo cero para aguardar los resultados. Cadenas internacionales de TV transmiten en vivo y muestran la expectación de la gente, turistas aprovechan para tomar fotos a escasos metros donde Ricki Martin y Elena Roger ponen en escena el musical de Evita, demócratas y republicanos comparten el espacio públicos sin ningún tipo de provocaciones.

Faltan apenas unos minutos para llegar a las 12 menos cuarto de la noche. Las grandes pantallas –de 15 metros de ancho por cinco de alto- que la CNN habilitó para llevar todas las instancias electorales del país estallan en luces rojas y azules, hay un efecto cascada en la gente que empieza a gritar y aplaudir hasta que se informa: “Obama re-election”. Los muchos demócratas, mayoritariamente negros, se abrazan, no paran de gritar y las muestras júbilos salen del contexto formal y frío que suele tener la gente aquí.

Obama, presidente reelecto
Sí, es oficial, el presidente norteamericano consiguió la reelección en un muy reñido comicio que lo llevó a tener menos votos que el republicano Mitt Romney pero mejor performance en los estados que sumaban más representantes en el Colegio Electoral. De esa manera, obtuvo los miembros suficientes para asegurarse un triunfo ajustado, demasiado ajustado. Así son las reglas de juego, más allá del enojo y algunos insultos que jóvenes republicanos dejaron bien en claro en Time Square, mientras se retiraban.

Todo lo que siguió después fue alegría. Las redes sociales devolvían un mensaje de agradecimiento de Obama a través de su cuenta en Twitter, mientras que republicanos famosos –como Donald Trump- criticaban el sistema de Colegio Electoral. La televisión conoce muy bien cuál es el negocio de la comunicación, y además de informar interactúa con la gente en distintas ciudades del país y con el peso específico que adquieren los tweets.

Así siguió la madrugada del miércoles 7 de noviembre, con más frío y con los resultados que llegaban desde cada estado. Romney reconoció su derrota y otra vez hubo gritos y abrazos, hasta que en Chicago Barack Obama salió a dar su discurso. Apenas unos minutos de respetuoso silencio para escuchar cómo arrancaba y, a partir de allí, cada frase del presidente reelecto era cerrada por la algarabía de los miles que escuchaban en todo Estados Unidos. Todo televisado.

Hoy no hay siquiera un atisbo del folclore electoral en las calles. Es un día más, de un año más. Si no fuera por los diarios, que aquí se editan en hasta ocho idiomas distintos, es insospechado pensar que hubo elecciones el día antes. La ciudad funciona como siempre, es cierto, la gente con la que uno puede conversar deja abierta otra nueva cuota de esperanza sobre la gestión que Obama iniciará el 20 de enero; no más que eso.

fuente uno