El ex secretario general de la Uocra Santa Fe, fue acusado por el fiscal de instrucción, Juan Pablo Lopez Rosa, de delitos de daños y tenencia de armas en el marco de dos investigaciones que por el momento se tramitan en forma paralela: el ataque y los desmanes provocados en la sede de calle San Jerónimo al 2600, en la oficina donde se instaló el interventor de la seccional local, Salustiano Lemos y la balacera de la que fue blanco la casa del candidato opositor, Berón de Astrada en el distrito costero de Alto Verde.
En este marco, se estima que estes miércoles terminarían de declarar los testigos llamados para dar explicaciones sobreambos casos. Araya tiene varias imputaciones, entre ellas, la tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil y la autoría intelectual de los delitos de daños. Sin embargo, continúa en libertad porque se trata de delitos excarcelables. De todas maneras, el fiscal señaló que “hay otra causa donde hubo un tiroteo donde probablemente sea (Araya) imputado”. Además, agregó que “el allanamiento que yo presencie (en la casa de Araya, en Sauce Viejo) se hizo para buscar armas de fuego, en una quinta. En aquella vivienda se encontraron municiones de diverso calibre y un arma pequeña de bajo calibre, que estaba cargada. También, secuestramos dos aparatos que transmiten electricidad (tipo picanas)”. La referencia es a una medida que él mismo solicitó al juez de instrucción penal Diego de la Torre, tras encontrar pruebas de que durante los ataques a la sede alquilada en el microcentro santafesino para el delegado normalizador, se produjo al menos, un disparo desde afuera hacia dentro del local.
Esas pruebas son un proyectil calibre 32, que cayó en el interior de la oficina de Berón de Astrada, y una filmación en la que quedó registrado como un hombre baja de un auto con un paquete del cual se cae un arma al suelo. Durante el allanamiento a la quinta de Araya se encontró, debajo del volante de un Volkswagen Bora que estaba guardado en el garage, una pistola calibre 6.35 con una bala en la recámara y ocho en el cargador. Además, había proyectiles, cargadores de otros calibres y una mira telescópica.
Con estos elementos, Lopez Rosa, imputó a Araya como autor intelectual del ataque ocurrido en el microcentro, en el que se incendiaron dos motos y se destrozó un auto, frente a la oficina del delegado normalizador y contra el candidato opositor. En este sentido, una de las críticas más fuertes de Lopez Rosas fue a la actuación policial, “podrían haber detenido el ataque y no lo hicieron”.
Hace tres años
El 13 de abril de 2010 Juan Alberto González, de 27 años, murió en el hospital Cullen tras recibir un disparo en una pierna, y desangrarse al borde del terraplén, en la manzana 7 de Alto Verde. González era obrero de la construcción y había trabajado en el obrador de la ruta 19. Lo hizo hasta que la Uocra lo convocó para asesorar a sus compañeros en el local gremial.
Aquel día, en la sede de la Uocra había más de 70 delegados (entre ellos estaba el joven obrero) convocados a una reunión de la que participaron el secretario de Actas, Emmanuel Araya, y el tesorero de una comisión interna de obra, Eduardo Leiva. González se retiró antes del encuentro y –súbitamente– también lo hicieron Araya y Leiva. A las pocas horas, el joven albañil fue encontrado con una fuerte hemorragia, debido a que la bala le había perforado la arteria femoral. Meses después, el juez de Instrucción Diego De la Torre dictó la “falta de mérito” para Emanuel Araya y Eduardo Leiva.
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